Si hablamos de una inversión desde su significado económico,
hablaríamos del depósito de cierto capital en un activo con el fin de obtener
una ganancia futura que se anticipa improbable. Esto es debido a que el inversor
posee unas expectativas de beneficio futuro. Esas expectativas son generadas en
el individuo a raíz de un proceso a través del cual analiza el activo en
profundidad, la evolución de los pilares fundamentales que lo sustentan y de
toda la estructura que conforma dicho activo para poder así determinar de una
manera probable las expectativas del precio y por consiguiente determinar si un
activo está sobrevalorado, infravalorado, si es una buena inversión o si es una
pésima inversión.
El caso de Bitcoin es un caso “especial”, funciona de manera
muy similar a otros activos como pueda ser el oro y otras materias primas, pero
difiere de ellos en ciertos aspectos, aunque al igual que el resto, comparten
la manera en que es analizado, tanto a nivel técnico como a nivel fundamental.
Es por ello que si nos paramos a echar un vistazo a los medios
generalistas de información que tratan sobre Bitcoin, que lo llevan “matando”
casi desde su nacimiento, nos encontramos con dos coincidencias:
- Análisis y predicciones futuras en base única y exclusivamente a resultados pasados de su cotización.
- Prejuicios.
- Desinformación.
Es por ello por lo que me pregunto ¿Invertir mirando siempre
y constantemente el retrovisor, es decir, mirando únicamente mirando al pasado,
es una opción? Desde mi punto de vista, no es siquiera una opción… ya no decir
una buena opción. Lo que hay que pensar cuando uno habla de invertir es en el
rendimiento potencial futuro, no en lo que ya ha pasado.
Con esto no quiero decir que no haya que mirar hacia atrás,
evidentemente, claro que hay que mirar hacia atrás, del mismo modo que –
permitidme que prosiga la analogía de la conducción – uno mira por el retrovisor de manera ocasional,
no conduce mirando al retrovisor (sería imposible y el riesgo de accidente es
muy alto), conduce mirando a la carretera, hacia delante, y de vez en cuando
echa un vistazo al retrovisor para cerciorarse de que lo que sucede detrás está
en orden.
Con una inversión en Bitcoin, pasa exactamente igual, uno
debe de observar lo pasado y analizarlo minuciosamente, pero no anclarse en esa
mera observación sino continuar con dicho análisis para poder así alcanzar toda
su magnitud, lograr analizar el presente y poder establecer una comparativa
pasado-presente que nos lleve a una posible expectativa futura, preguntarse qué
ha sucedido y porqué, ¿es un hecho definitivo o es un hecho coyuntural y por
tanto, pasajero? ¿Qué podría revertir la situación? O… ¿es esta situación el
reflejo de un acontecimiento determinante o solo la corrección de un espejismo?
Estas son las preguntas básicas que uno debería de hacerse
si mira hacia atrás en Bitcoin, al menos en el último año, pero las
expectativas de Bitcoin, ya sean negativas o positivas, no se generan con las
preguntas, se generan con las respuestas a dichas preguntas.
Actualmente Bitcoin está cambiando, es un hecho, estamos
pasando de algo que solo era posible utilizarlo de una manera sumergida, oculta
y muy restringida a un uso cada vez más generalizado y una aceptación tanto de
la sociedad como de los comercios y empresas cada vez más al alza por lo que es
solo una cuestión de tiempo que se haga viral.
Lógicamente, todo cambio conlleva una serie de repercusiones.
Cambiar es salir de la “zona de confort” y salir de la “zona de confort”
conlleva que Bitcoin, si quiere seguir el rumbo actual, como así parece, que es
el de ser aceptado por el gran público, ya no como un sustituto de una moneda
FIAT pues sería proponer una expectativa demasiado alta para un corto, medio o
incluso el largo plazo, pero sí que no sería descabellado pensar que Bitcoin
pueda copar el mercado de Internet de algún sector. Su potencial es innegable y
así lo ven día tras día nuevos inversores, nuevas compañías que llevan al
Bitcoin con cada granito de arena, un pasito más lejos con una variedad de
aplicaciones, de bienes y de servicios cada vez más diversa.
Este cambio en Bitcoin conlleva, como contrapartida, que
aquellas personas que operaban y vivian con un Bitcoin completamente anónimo,
desregulado y al más puro estilo del “Salvaje Oeste” puedan ver sus actividades
cada vez más limitadas y por ello ser posible que dejen de verle potencial.
El gran público lo que quiere es seguridad, eficacia, eficiencia….
Le hace falta no sentir “vértigo” cuando escucha hablar de Bitcoin o cuando
trate de conocerlo y como funciona… además de ser en muchos casos innecesario
profundizar en exceso sobre aspectos técnicos al tratarse de un público general,
ello no quita que quien trate de profundizar sobre la materia no pueda y que
toda la documentación, técnicamente hablando, más avanzada estén disponibles. La
inmensa mayoría de personas utilizan el email o la banca electrónica y no
saben, ni tienen porque saber, como funcionan internamente estos servicios, lo
que sí que perciben son sus resultados, y esto lo único que hace es quitar el
miedo al uso. Seguridad, eficiencia y eficacia nuevamente.
Este proceso de cambio en Bitcoin lo que nos traerá será una
“purga” dentro de toda su infraestructura. Una purga que alcanza desde los
mineros hasta los exchanges pasando por el tipo de usuario que utiliza Bitcoin.
Es bien sabido, y de hecho, raro es el mes en el que por
desgracia no hay un acontecimiento en algún exchange que trate con
criptomonedas en general o Bitcoin en particular que denuncie un hackeo, un
robo o brecha de seguridad.
Esto lo único que nos indica es que al menos una buena parte
del sector relacionado con el intercambio entre FIAT/BTC o de otras
criptomonedas, es decir, de los exchanges, es ineficiente, ineficaz y es
inseguro… y que por tanto debe cambiar.
Las fórmulas para el cambio son muy diversas. Unos optaran
por acercarse a los estándares de seguridad que tienen los bróker tradicionales,
ya más que probados, y que operan en el mercado bursátil. Otros podrán optar
por la difícil tarea de crear estándares propios de seguridad, bien porque
tengan un nicho de clientes distinto al del sector tradicional o simplemente
por política empresarial. En cualquier caso, ayudaran a la consolidación de
Bitcoin tanto como activo como producto, otorgando una mayor solidez al
conjunto.
Lo cierto es que en cuanto la regulación del sector llegue,
muchas cosas van a cambiar. La primera de ellas o una de las primeras será la
de relacionar imperativamente el “operar con el gran público” y “ajustarse a la
regulación”, a unos estándares de seguridad para poder operar y en general
poner una serie de reglas al entorno del Bitcoin, no al propio Bitcoin como
activo, que ayuden al futuro inversor o al futuro usuario a no tenerle miedo y
no sentir vértigo cada vez que lo utiliza. En el fondo es hacer que algo que es
ineficiente sea eficiente, algo que es ineficaz sea eficaz y algo que es inseguro
sea mucho más seguro.
Con ello podríamos empezar a contestar parte de las
preguntas del comienzo de este articulo y empezar a evaluar la situación de
Bitcoin actual, y como se trata de mirar hacia delante, lo que se puede sacar
en claro es que… Sabemos que es el medio de transferencia de valor desde el
punto A al punto B más efectivo y eficaz, sabemos que a lo largo de todo el
2014 se han cometido irregularidades, sabemos que sin embargo y pese a todo,
toda la infraestructura sigue creciendo de manera constante.
Bitcoin es un activo que en el corto, medio y largo plazo
tiene todas las trazas de ser un activo que premien a quien asuma los riesgos
inherentes a toda inversión y tras analizarlos detenidamente.
Por tanto, esta carretera llamada Bitcoin no es algo que
haya ni se deba únicamente de analizar desde su escasísimo histórico, ya que
tiene solo 6 años de vida, sino que es algo que se debe de evaluar de manera
mucho más amplia, no solo teniendo en cuenta la cotización, sino teniendo en
cuenta todos los fundamentales que lo comprenden, desde aquellos que lo dañan y
perjudican, los cuales pueden ser modificados (Bitcoin no son más que líneas de
código programables 100%), así como tener en consideración aquellos
fundamentales que lo hace crecer día tras día.
¿Te animas a conducir con nosotros?.
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